De Toro-Zambrano tenía 83 años al asumir el cargo, una frágil memoria debido a su avanzada edad y falta de carácter. Por esta última razón, logró ser convencido por los juntistas para autorizar la convocación a un Cabildo Abierto, que se efectuaría el día 18 de septiembre de 1810, siendo el primer paso del proceso de la independencia.
En dicha asamblea y con la presencia de más de 400 vecinos, la mayoría de ellos criollos, se acordó organizar una Junta de Gobierno de carácter provisional, a nombre de Fernando VII.
Debido a que la organización de este evento fue asumida directamente por los criollos, la mayoría de los asistentes eran personas afines a las ideas que proclamaban la conveniencia de formar una Junta de Gobierno, de esta manera, se evitaba cualquier alteración que pudiese provocarse durante el Cabildo.